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CREANDO UNA COMUNIDAD DE PADRES

Cuando inicié con el blog, como lo comentaba en el artículo PORQUE ESCRIBIR SOBRE PATERNIDAD, lo hice principalmente por dos razones. La primera por insistencia de mi hija, para que reflejara lo que hemos vivido y la segunda que sentíamos que no había suficientes foros donde los papás se expresarán y comentaran sobre sus dudas y experiencias.

Durante el trascurso de los artículos que he publicado, en los cuales he hablado principalmente de mis experiencias, he mencionado en varias ocasiones que ni soy psicólogo, sociólogo o pedagogo para poder ser un referente en estas cuestiones, sin embargo mis experiencias me permiten hablar de lo que he vivido y si esto ayuda a alguien más a encontrar un manera diferente de abordar algún tema de paternidad, me sentiré satisfecho. Soy un convencido de que las terapias ayudan y funcionan en la gran mayoría de los casos, pero también se, que muchas veces con tener alguien que te escuche de verdad es un buen inicio para ir superando etapas difíciles.

A lo largo de estos escritos he ido descubriendo cosas que realmente me motivan a seguir escribiendo para poder llegar a crear, no sé si una comunidad como tal, pero si un espacio donde los padres podamos compartir experiencias, vivencias y situaciones que nos preocupan o nos ocupan y que al compartirlas, recibamos comentarios de otros padres que tendrán una opinión propia y que sus comentarios puedan ir sumando a la solución o simplificación de situaciones que consideramos complicadas.

Y también quiero comentar que he tenido varias sorpresas agradables, por ejemplo el hecho de que aunque sea un espacio dedicado para padres, tenga varios seguidores de mis escritos que son mujeres o hijos que sienten que es importante lo que comento ya sea para ellos mismos o para trasmitírselos a sus parejas o padres o incluso para entenderlos a ellos. Probablemente, el hecho de yo me quedara con mis hijos después de mi separación, me ha permitido, vivir experiencias que tradicionalmente son comunes a las mujeres, tal vez esa sea la razón de tener tantas lectoras mujeres.

Otra sorpresa es que el blog sea leído con asiduidad en otros países, porque si bien es cierto que los parámetros de educación de los hijos(as) tienen diferencias por países, el objeto esencial de la paternidad, que es la guía de nuestros hijos(as) a lo que será el resto de su vida, es básicamente el mismo.

Después de llevar ya algunos meses escribiendo sobre paternidad y motivado primero por un comentario recibido hace algunos meses, de Carlos, un padre originario de la provincia de Cantabria, en España que tenía el problema de no poder mantener una relación como la que él quisiera con sus hijas y después de comentarle que no contaba con los estudios necesarios como para darle una opinión profesional, pero que con gusto lo escucharía y daría mi opinión y consejos si así lo requería y después de algunas horas de platicar, el decidió abordar el problema desde otra perspectiva la que al parecer le ha ido funcionando mejor, lance una convocatoria a todos los lectores para que, me sugirieran temas o anécdotas de las cuales quisieran que platicara en el blog.

A raíz de esta convocatoria, surgió el escrito de hace dos semanas: CUÁL ES LA POSTURA DE LOS JÓVENES DE HOY RESPECTO A LOS HIJOS que la verdad es que me hizo reflexionar e involucrarme en un tema, que si bien tenía presente, no tenía tan claro y las respuestas obtenidas de la investigación que hicimos para obtener la información necesaria para hacer el escrito, me dieron algunas novedades que no consideraba de esa manera.

Siguiendo con los temas derivados de los comentarios de los lectores, he decido, hablar sobre el tema de hoy, que si bien he de reconocer que yo ya lo había contemplado como una consecuencia lógica de hablar con padres sobre paternidad, pensaba que lo iniciaría después de algunos artículos más.

El lector que me propició a hablar de este tema ahora, es Manuel, otro lector de origen Español, del país Vasco y me busco porque se sentía ahogado por una situación muy compleja, más compleja de la que mis habilidades de padre me permitirían resolver o incluso opinar al respecto. Sin embargo, empezamos a platicar y lo que me quedó claro era el amor por su hija y su verdadero interés en encontrar una solución a la distante relación que tenía con ella, principalmente motivada por la difícil relación entre él y la madre de su hija.

Después de un buen rato de platicar, yo definí mi postura y le externé lo que según mi criterio el debería hacer y a él le pareció apropiado mi consejo, sin embargo, había algo que, al menos a mí, no me dejaba satisfecho y es que como comentaba arriba, la situación que me plateaba él, no era una situación que yo hubiera siquiera considerado. Entonces, recurrí a quien junto conmigo, es responsable del blog, al ser mi principal crítica y orientadora, mi hija. Le platiqué la situación y le pedí su opinión, porque como lo comenté en el artículo de SER Y DEJAR DE SER, hay que involucrar a los hijos(as) en los temas que les impactan o importan, para que ellos mismos vayan creando su criterio y preparándose para el involucramiento y las decisiones que más adelante en su vida, tendrán que tomar por sí mismos.

Y la postura de mi hija no solo fue diferente a la mía, sino incluso opuesta totalmente, ella lo veía desde el punto de vista de hija, sin restarle importancia a mi postura (la de padre), pero con una opinión muy clara y fundamentada. La verdad, me hizo analizar mi postura y el consejo que había dado y me permitió ver la situación desde una óptica más amplia. Acto seguido, busque nuevamente a Manuel y le comenté que después de platicar con mi hija, entendía mejor la situación que él me había planteado y que quería modificar el consejo que le había dado el día anterior. Le comenté como sentía ahora que debería actuar para poder solucionar más rápida y efectivamente su situación actual, con la decisión de su hija y con la relación con su mujer y de verdad espero que pueda solucionarlo. Manuel me irá contando sus avances.

Gracias a estas experiencias, creo que el poder tener el enfoque o la opinión de otro padre desde afuera, sin pensar que sea en lugar de una terapia en caso de que se requiera, si puede darnos otro punto de vista y ayudarnos a abordar situaciones que consideramos muy complejas desde otros esquemas diferentes a los que por nosotros mismos hubiéramos considerado.

Agradezco a Carlos, por despertar esta posibilidad y a Manuel, por haberme compartido su situación y los invito a que me sigan mandando temas, anécdotas y/o situaciones, que quieran que toque el blog.

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